"Jamás aceptaría pertenecer a un club que me admitiera como socio": Groucho Marx no se merece que le compare con Puigdemont, de hecho quiero suponer que despreciaría mi triste o absurda ocurrencia:
"club de países decadentes, obsolescentes, en el que mandan unos pocos, además muy ligados a intereses económicos cada vez más discutibles".
O fabula como la zorra que no alcanza las uvas: "¡no están maduras!". Visto que Europa no acepta a 'su Cataluña', y además en lo personal le desprecia, y que los medios europeos le toman como a uno más de los locos soltando discursos, decide insultarles, pretendiendo cabrearles. Otro bonito discurso para los fanáticos adoradores de la Diosa Cataluña.
"¿Quieren ustedes pertenecer o no a esta Unión Europea? ¿Y en qué condiciones? Vamos a ver qué dice el pueblo de Cataluña".
Otro de los extraños síntomas de su Síndrome de Napoleón. 'Yo soy el presidente, repite una y otra vez' ante esa Europa 'obsolescente' según predica. El 'president' de una ilegal y autoproclamada fantástica República que quizá además pretende salvar a Europa de la 'decadencia', cuando salvando todas las deficiencias imaginables, olvidadas las 'decadentes' guerras europeas, o sus obsesiones imperialistas, la actual Europa brilla tanto que millones de ciudadanos de todo el Mundo pretenden alcanzar sus costas y fronteras. La 'internacionalización del proces', o millones públicos gastados en 'embajadas', viajes, fantasmagóricos mediadores y prensa, se revuelve contra él.
"Soy el president de la Generalitat. No es sólo un sentimiento es un derecho que debo de defender"
"Decadentes y obsolescentes": ¿Igual que su Cataluña, la de su PUJOL, la región más corrupta de Europa, la Europa donde es impensable 40 continuados años de saqueo? ¡Seis elecciones ganadas y dos más con Artur Más, que tras la ruina total pasa el testigo a un tal Puigdemont, un perfecto 'hombre de paja'! La 'última pela que la gane otro' se dice en Barcelona entre los profesionales de la quiebra y estafa. Unos profesionales de la estafa o pirámide bancaria que crean un partido, CDC o CIU, del que sin primarias ni limitaciones de mandato, surge una incontrolada autocracia, la de PUJOL.
Esta semana los antisistema de la CUP y en general la izquierda de la izquierda, tras el anuncio de un referéndum para 'salir de Europa', se plantearán pasarse en masa a su candidatura, y las televisiones del ESTE harán cola para una entrevista. Y si digo que Pujol es imposible en Europa, tampoco quizá sea posible un Puigdemont que hasta sus 40 años se ganara la vida pegado a un insignificante concejal de Girona, Jami Matamala de CIU, hasta comprarse su chalet con piscina en San Juliá.
Año 2003. Nadie ha publicado sus declaraciones de renta, o su exacto modus vivendi, hasta que inicia su 'carrera política' cuando su amigo JAMI le sustituye como administrador de unas oscuras sociedades dedicadas al chalaneo por la DIPUTACIÓN y AYUNTAMIENTO de Gerona.
No es que sea muy original tildar a la UE de 'decadente', de hecho es el principal obsesión de todos los yihadistas cuando en su 'guerra santa' lanzan sus camiones o coches atropellando a docenas de 'decadentes' occidentales. Y convencido de su gran talla de estadista se compara a Inglaterra y su 'brexit':
EL MUNDO:
"[Los catalanes] deberían decidir si quieren pertenecer a esta Unión Europea y en qué condiciones. Vamos a ver qué dice el pueblo de Cataluña", declara Puigdemont en una entrevista realizada por el programa Zman Emet ("Tiempo de la verdad" en hebreo") del canal público israelí Kan.
Con todo, el ex president catalán reitera que es partidario de la UE y del euro señalando que trabajará "para cambiarla".
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