LOS ACTOS GRAVES COMO LOS QUE SE LEEN EN LA OPERACIÓN COLUMNA NO HAN NI DERIVADO VOLUNTAD POLÍTICA, NUESTROS GOBERNANTES SIGUEN SIN RESOLVER LOS ACTOS ILEGALES COMETIDOS CONTRA LOS GUARDIAS CIVILES DEMOCRÁTICOS. UNA MUESTRA DE QUE LA CORRUPCIÓN SIGUE EN LOS CORAZONES DE NUESTROS GOBERNANTES , NUEVOS Y VIEJOS.
Semáforo verde y reverencia merece la ministra de Defensa, Margarita Robles. Por la situación de la Guardia Civil como Cuerpo militar, que con mayor o menor énfasis se ha mantenido desde su creación, determinados aspectos de personal y régimen interno dependen tanto de Interior como de Defensa.
A finales de la década de los 80 y principios de los 90, los generales y el Gobierno del PSOE de Felipe González, con Narcis Serra en Defensa y Corcuera en Interior, decidieron aplastar legal o ilegalmente un incipiente movimiento asociativo en la Guardia Civil que se estaba desarrollando siguiendo los acontecimientos que se producían en la Policía. Como por mucha presión y expedientes que aplicaban contra ellos no dejaban de crecer, idearon lo que se conoció como “Operación Columna”, que consistía en actuaciones ilegales (seguimientos de guardias demócratas, sus familias, intervenciones de sus teléfonos y familiares, infiltrar a mea perros para que provocaran actos ilegales...) con el fin de acusarlos de delitos y expulsarlos del Cuerpo. El guardia civil José Piñeiro, uno de los cuatro que finalmente resultaron expulsados y sigue vivo tiene toda la documentación de la “Operación Columna” que le entregó Luis Roldan, director general de la Guardia Civil cuando se produjeron esos hechos, condenado después por diversos delitos.
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Pensamiento único de la casta política parasitaria.
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