Últimas Noticias

EIA FORMACIÓN CURSOS ESPECIALIZADOS

Sociedad

Sucesos

lunes, 27 de septiembre de 2010

La crisis y las primarias abren grietas en el liderazgo de Zapatero

La crisis y las primarias abren grietas en el liderazgo de Zapatero

Muchos dirigentes optan por el silencio cuando se trata en la ejecutiva la situación del partido en Madrid

Autor: R.?C.

Ha sido una semana de buenas noticias para el Gobierno, pero a José Luis Rodríguez Zapatero aún le queda un otoño duro por delante. La aprobación de los Presupuestos para el 2011, casi garantizada gracias al acuerdo con el PNV, y el arreglo del ministro de Fomento, José Blanco, con los sindicatos para garantizar unos servicios mínimos en el transporte durante la huelga general del próximo miércoles ayudarán al presidente del Gobierno a gestionar la crisis con algo más de sosiego, pero no hará que las turbulencias externas desaparezcan. Ni evitará las réplicas internas. El nerviosismo que se vive en el PSOE solo es comparable al que atenazó al partido en los años finales del felipismo.

Hace tiempo que bulle entre los socialistas una cierta sensación de fin de ciclo. La última prueba la ofreció ayer el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, quien se atrevió a decir en la Ser que, si tiene dudas, Zapatero no debería ser candidato. Y aunque solo algunos han osado decirlo en público, es fácil encontrar a dirigentes que admiten estar asistiendo a movimientos y jugadas de alto nivel para garantizarse buenas cartas de cara «a lo que pueda pasar». Hasta principios de verano, lo que podía pasar era simplemente una remodelación en el Gobierno, pero ahora entra en la ecuación la retirada del propio Zapatero y, por tanto, el reparto del poder.

Una brecha en la ejecutiva

Quizá nada de esto habría sido visible de no haber aparecido en escena alguien tan tenaz como el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez. Pero su empeño en oponerse a los planes del todopoderoso vicesecretario general del PSOE, José Blanco, avalados por Zapatero, y su afán de ser candidato a la presidencia de Madrid cueste lo que cueste, ha abierto la caja de los truenos. La batalla de las primarias entre Gómez y Trinidad Jiménez no solo ha evidenciado una división en el por otro lado siempre conflictivo Partido Socialista de Madrid, sino que ha abierto una brecha en la ejecutiva federal.

Blanco desmiente donde y cuando puede que él y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, estén detrás de una operación para hacerse con las riendas del partido, eliminar a quien pueda hacerles sombra en el camino -bien sea la emergente ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, o Tomás Gómez si gana el pulso- y situar al frente de una federación tan potente como la de Madrid a un hombre de una fidelidad intachable para con ambos como es el secretario de Política Municipal del PSOE, Antonio Hernando.

Una buena parte de la dirección nacional da crédito a la historia, lo que, en todo caso, muestra que los socialistas han entrado en esa fase en la que no pueden dejar de mirarse de reojo los unos a los otros. También ocurre en el Consejo de Ministros. No todo trasluce en las reuniones oficiales. Son muy pocos los miembros de la ejecutiva que han dado un paso al frente por la causa de Tomás Gómez, al margen del ex jefe de gabinete de Zapatero, José Andrés Torres Mora, cuya devoción por el presidente del Gobierno es legendaria, o el responsable de Libertades Públicas, Álvaro Cuesta. Pero eso no quiere decir que todos apoyen la operación que ha conducido a las elecciones primarias madrileñas. «Cuando se aborda este asunto en la ejecutiva -admite un dirigente socialista- hay unos siete que permanecen callados».

 
Copyright © 2013 LA VOZ PORTADA
Powered byBlogger