Resuelto el misterio del Triángulo de las Bermudas
El Triángulo de las Bermudas es
una banda de mar de más de un millón de kilómetros cuadrados localizada entre
las Islas Bermudas -por las que recibe su nombre-, Florida y Puerto Rico. En
esta región, al
menos 75 aviones y cientos de barcos han desaparecido en los últimos 100 años
por causas desconocidas de las que se han vertido las más
variopintas teorías.
Ahora, un equipo de meteorólogos de
la Universidad de Colorado, en California (EE.UU.) afirma haber encontrado en
el cielo la solución a este enigma. Así, los satélites climáticos de la NASA
han detectado en el cielo sobre la franja de mar del Océano Atlántico Norte
unas extrañas formaciones de nubes hexagonales,
que son auténticas “bombas de aire”.
Cada año desaparecen una media de 4
aviones y 20 barcos y más de 1.000 personas se encuentran en paradero
desconocido en este lapso de más de 100 años
Según los expertos, estas nubes con
forma hexagonal se forman a través de microcombustiones que generan
bombas de aire de entre 32 y 88 kilómetros de ancho que se
mueven desde las nubes hasta la superficie del mar, desencadenando
vientos de más de 270 Kilómetros por hora. Estas corrientes de
aire son tan poderosas que explicarían la precipitación de los aviones al mar y
la presencia de olas
de más de 14 metros de altura que serían las responsables de
los naufragios.
Estas peculiares nubes con sus
asociados fenómenos meteorológicos estarían
detrás del misterio del triángulo de Bermudas. Sin embargo, otros científicos
le dan poca credibilidad a esta teoría.
“Hay poca o ninguna
posibilidad, en mi opinión, de que una de estas nubes sea el eslabón perdido de
todas las historias que rodean al llamado Triángulo de las Bermudas”,
afirma Steven Miller, investigador de ciencia atmosférica de la Universidad
Estatal de Colorado (EE.UU.). La apariencia de borde recto en una nube es
bastante inusual: “uno no ve normalmente nubes con bordes rectos; la mayoría
del tiempo, las nubes son aleatorias en cuanto a su distribución”.
Miller opina que esta actual teoría “tergiversa
los datos científicos y sensacionaliza la historia”.
|